jueves, 6 de noviembre de 2025

272 - El poder de escuchar y como nos afectan los sonidos

 



Creo que el mundo sería un lugar mejor solo con que escuchásemos las palabras de otros y las razonásemos sin prejuicios.

Dando igual si lo que se nos dice va a favor de nuestras creencias o en su contra.
Nadie esta en posesión de la verdad absoluta.
Analizar lo que se nos dice puede afianzarnos en lo que creemos, cambiar el rumbo de nuestras creencias... o entender que en las dos opciones hay parte de razón y podemos ayudar a reconciliar los dos extremos.
Escuchar no obliga. Pero si es verdad que todo lo que oímos nos provoca cambios emocionales o físicos.
El peligro no reside en la palabra que se pronuncia, sino en como afecta al oyente. Se puede manipular consciente o inconscientemente.
Se nos puede manipular... si nuestras convicciones no son firmes.
Se nos puede convencer con promesas que despiertan nuestra codicia.
Se nos puede adormecer la razón con unas determinadas cadencias en la voz.
Se nos puede obligar con amenazas o castigos... y es entonces cuando hemos de decidir si nos doblegamos o no nos rendimos.
Toda palabra pronunciada es una emanación de energía de una determinada frecuencia.
Es la intención primera del que habla la que la determina.
Podemos escuchar una gran oratoria en pro de la paz y algo en nuestro interior nos advierte de que, no sabemos porqué, pero nos inspira desconfianza... porque nuestro cuerpo capta que esa persona nos está manipulando. Es bueno estar atentos a estas señales, se dan en los primeros instantes de un contacto. El cuerpo no miente. Nuestro cerebro es un sofisticado emisor receptor de frecuencias.
Hay personas que dominan "el arte" de la manipulación. Escuchar a nuestra intuición puede salvarnos de caer en la trampa.
Podemos escuchar una gran oratoria en pro de la paz... y ese algo interno nos dice que es verdad, que estamos escuchando palabras sabias.
La diferencia radica en como nos sentimos debido a lo que hemos escuchado.
Podemos sentirnos impelidos a luchar, nos unimos a una masa de personas enfervorecidas. Dejamos de tener nuestro control personal para sumarlo a la masa.
Podemos decidir que el discurso a estado bien o mal pero nos ha dejado indiferentes.
Podemos sentirnos llenos de fuerza e ilusión pero libres en lo que hacemos con ello.
También podemos comprobar incrédulos como las personas a nuestro alrededor están siendo captadas por alguien que nosotros calificamos como manipulador.
La ciencia ya conoce sobradamente como afecta a nuestros cerebros el recibir determinadas frecuencias.
Pueden alterar nuestra mente y cuerpo. Pueden sanarnos, enfermarnos o destruirnos... y muchas veces estamos indefensos.
Ya en el antiguo testamento se nos habla del inmenso poder del sonido.
Cuando se ordenó al pueblo israelita dar vueltas a la ciudad de Jericó tocando las trompetas y gritando, las murallas se derrumbaron.
La frecuencia del sonido que emitieron los israelitas afecto a la frecuencia de las piedras de la muralla.
También sabemos que el sonido emitido en un determinado tono por nuestra voz, afortunadamente no todos llegamos a poder emitirlo, rompe el cristal.
Hoy se practican operaciones, por ejemplo de sinusitis, aplicando una determinada frecuencia, siendo innecesario el corte del tejido. También se hace con otros tipos de enfermedades.
El poder curativo del sonido es conocido, pero no muy divulgado, desde tiempos remotos.
El canto gregoriano se basa en este conocimiento.
A estos sonidos curativos se les denomina solfeggios.
Cada una de estas frecuencias incide de una determinada manera en nuestros cuerpo y mente.
En el cristianismo se nos dice " El Verbo se hizo carne" o lo que es lo mismo, una determinada frecuencia de vibración emitida por La Energía Creadora es la materia... de la que todos formamos parte.
Nuestra propia voz puede sanarnos o enfermarnos... dependerá de las palabras que emitimos y la intención con la que lo hacemos.
Si, la palabra es muy poderosa.
Es bueno conocer como nos afecta.
Escuchar con el corazón nos indica la veracidad o mentira de lo que oímos.
Escuchar es bueno... saber protegernos de las emanaciones que provocan las palabras u otros sonidos es esencial.
Escuchar a quien nos habla, no para rebatir sino para comprender nos enriquece y hermana.
Todo es energia vibrando a diferentes frecuencias.
La energia ni se crea ni se destruye, solo se transforma.
Muchas veces oímos pero no comprendemos, porque oímos tomando como referente lo que nuestra mente decodifica. Nuestra mente es muy limitada.
Cuando nuestro referente no es la mente sino el corazón es cuando comprendemos.
Hay razones que el corazón comprende pero la mente no entiende.
Aléjate de ruidos.
Disfruta del silencio, los sones de la naturaleza, las palabras amorosas, el sonido de tu propia vos y la música armoniosa nos elevan la frecuencia y aclaran la mente.
Los sonidos discordantes y las palabras destructivas nos bajan la vibración y espesan la mente.
En mi canal de you tube tengo colgados 26 videos con los solfeggios, tanto la serie completa como uno a uno. Puros o mezclados con sonidos naturales. En muchos de ellos hay una descripción de sus propiedades.
Tomate un momento para meditar las palabras y su intención, que emites más a menudo. Si son constructivas, destructivas, de lamento, de impotencia... y actúa en consecuencia.
Te agradeceré comentes y compartas mis reflexiones, juntos aprendemos. Muchas gracias por tu atención.
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Terapia gratuita a distancia grupal una vez al mes en colaboración con la associació Antahkarana.

271 - El plano mental y el plano espiritual

 


El plano mental y el plano espiritual.

En el primero, encontramos a algunas personas amargadas y resentidas que se sienten infelices (en algún momento todos pasamos por estos estados)
Su afán es que las que no se sientan como ellas acaben contagiadas.
Desean destruir porque así su dolor queda momentáneamente amortiguado. Si yo me siento mal... tú más.
No soportan a las personas felices... porqué es algo que a ellas desean y no tienen...es pura envidia y codicia.
¡Cuídate de este virus! guarda una distancia prudencial.
Cuanto mejor te sientes, más te proteges del contagio.
Si te contagian, ellos no se curan, no les ayudas en nada... tu solidaridad no les beneficia ni a ellas ni a ti. Nos lleva un tiempo comprenderlo.
Ni en el mejor de los casos... si han perdido una pierna y debido a ello se sienten amargados y esto despierta tu compasión... si entonces vas y te cortas en solidaridad la tuya... vuelven a tener la pierna y cesa su amargura.
El resultado es que ahora sois dos sin pierna.
Una persona empática ha de serlo también con ella misma.
El dolor ajeno provoca compasión, pero no es tu dolor.
El dolor no se traspasa, solo se puede aliviar momentáneamente o contagiar. La curación es trabajo de uno mismo, siempre hablando de los dolores emocionales.
Nuestra vida, como la enfrentamos, es ejemplo para las demás personas. De lo que vemos también extraemos conclusiones.
Aprender a amarte, a respetarte, a sanar tu dolor... es un duro aprendizaje.
Ayuda sin herirte, porqué quien se hiere no se respeta... no se ama.
Visto desde el plano espiritual, quienes nos dañan o lo intentan, nos ayudan a aprender a amarnos. Son grandes maestros. Nos llevan hasta nuestros limites.
Lo que aún no hemos sido capaces de aprender, estas personas nos ayudan ha hacerlo.
Nos dañan hasta que lo acabamos aprendiendo.
Todos aprendemos a nuestro ritmo.
El papel de malo es visto desde el plano mental como dañino.
El papel de malo es visto desde el plano espiritual como indispensable y bueno.
No seriamos libres si no pudiésemos escoger. Aprendemos escogiendo y extrayendo conclusiones de las experiencias.
En el plano espiritual no hay buenas y malas personas, hay almas que nos ayudamos en la forma en que necesitamos.
En este plano no caben el resentimiento, la envidia ni demás miserias humanas. Hemos salido del mundo de la ilusión, del mundo de la experimentación.
Todos vivimos continuamente en los tres planos: físico, mental y espiritual.
Es donde nos enfocamos lo que marca la diferencia.
Si nos enfocamos en el físico, nuestro afán es la pura sobrevivencia.
Si nos enfocamos en el mental, nuestro afán es la individualidad.
Si nos enfocamos en el espiritual nuestro afán es el amor... la Unidad.
En un mismo día, por ejemplo, podemos focalizarnos en la intendencia cotidiana y el estado de nuestro cuerpo, en el deseo de algo y en el amor altruista.
Nuestra vibración y con ello nuestro nivel de conciencia y bienestar son diferentes en cada estado.
Todos sabemos que la paz de espíritu solo la logramos, en el plano mental, cuando nuestra vibración es la del plano espiritual.
El plano mental es el plano de la experimentación... con todos sus dolores y alegrías.
El plano físico es la herramienta necesaria para poder experimentar.
La alquimia es el arte de la propia transmutació consciente, desde el plano mas bajo... el físico, hasta alcanzar la pureza del plano espiritual.
Todos logramos alcanzarlo... porqué ya estamos en él.
El plano mental es pura experimentación y toma de conciencia, navegamos entre luces y sombras.
El plano espiritual es manifestar plenamente la luz, la plenitud.
Te agradeceré comentes y compartas mis reflexiones, juntos aprendemos. Muchas gracias por tu atención.
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lunes, 3 de noviembre de 2025

270 - Mucha sangre derramada por los fanatismos

 






 Cuanta sangre derramada a lo largo de la historia, por los fanatismos religiosos!

Parecería que ser creiente militante activo destroza el cerebro.
De hecho esto es transpolable a todos los fanatismos.
El bien y el mal se les difumina en "yo soy el bien y el resto es el mal al que hay que aniquilar" y mejor con sadismo.
Mientras van proclamando que hay un único Dios que es todo Amor y misericordia... y que el fanático de turno es el elegido. Dios tiene preferencias, según ellos, por lo visto.
Tristemente hoy día seguimos igual.
Los seguidores no son conscientes de que son manipulados... ni de que su actitud es abominable. Están convencidos de que Dios les ampara, que actúan por mandato divino.
No sé cómo se justifican ante si mismos de que si hay un único Dios, todo Amor y misericordia... Este les impela destruir a sus hermanos... A sus otros hijos, que aunque con nombre distinto veneran al mismo Dios único y al que también le llaman Padre y Creador.
En esto si que han coincidido todos en momentos de la historia, matar o esclavizar al infiel... cuando esta claro que todos son infieles dependiendo desde el lado en el que lo miren.
Supongo que no llegan ni a planteárselo.
Dios, Ala, El innombrable, El Todo, El Creador, La energía Infinita, La Unidad ... llámale como quieras, degradado en sus mentes, por estos pobres infelices ignorantes, a todos los vicios que la condición humana manifiesta en sus horas más bajas... cruel, sanguinario, caprichoso, egocéntrico, etc.
El Creador de todo, esta manifestado en todo y no se lastima a si mismo.
El nivel de conciencia de un fanático es tristemente muy limitado, no lo comprende.
Saberse creado por El Creador es de pura lógica, toda creación precisa ser creada.
Esta es la única certeza, todo lo demás son elucubraciones.
EL TODO está en todo... y así mismo todo es El TODO.
Lo proclaman con diferentes nombres y características, a su manera, todas las religiones... pero no lo entienden.
Afortunadamente EL TODO está en todos... y así mismo todos somos EL TODO.
Lo más parecido, que conocemos, a la Unidad... es El Amor Incondicional.
La ciencia nos dice " La energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma" que viene a ser lo mismo que nos dicen las religiones solo que cambiándole el nombre.
La energía se manifiesta en frecuencias de vibración... La religión cristiana nos dice El Verbo (la vibración) se hizo carne ( se manifestó en materia) desconozco lo que predican otras religiones, pero suelen coincidir en su esencia.
Cuanto más alto vibramos... más cerca nos sentimos de la Unidad, cuanto más bajo vibramos... más nos sentimos alejados de ella, vivimos más intensamente la ilusión de la separación.
La materia es, solo, una manifestación perecedera de La Unidad... La Unidad es imperecedera.
Nuestra mente, que es perecedera, se desintegra en un determinado momento... polvo eres y en polvo te convertirás... y es incapaz de comprenderlo.
Afortunadamente muchos ya somos conscientes de que, somos La Unidad manifestándose por medio del cuerpo y la mente aquí y ahora, aún no comprendiendo ni el porqué y ni el para qué.
Afortunadamente muchos ya somos conscientes... y los demás, en algún momento, alcanzarán este conocimiento.
Solo cuando la ola se desvanece en la orilla, toma verdadera conciencia de que nunca fue la ola... toma conciencia de que siempre fue el mar manifestándose en ola.
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269 - Quienes se aman se comunican con susurros

  






Quienes se aman se comunican con susurros.
Quienes se sienten incomprendidos se comunican a gritos.
Da igual la distancia física.
Los que se susurran se saben cercanos, escuchados y comprendidos... no precisan del esfuerzo de gritar para ser oídos.
Quienes gritan, por más que parezcan muy enfurecidos, están intentado que se les escuche... porqué les importa y mucho, sentirse comprendidos.
Fíjate cuando alguien, o tu, se comunican gritando.
Intenta comprender, si la distancia es corta, el porque de tan alto volumen.
Cuanto más cerca se grita, más se distorsiona el sonido.
Se grita para ser oído, ha pesar de la gran distancia emocional que les separa... porqué esto duele y desquicia.
Quien vive en la ira, la envidio o el resentimiento... a quien más perjudica es a sí mismo.
Es como mantener un carbón encendido en la mano, esperando lanzarlo al objeto de su enojo.
Quizá un día logre arrojarlo, pero lo seguro es que él resultará quemado.
Cuanto más tiempo lo conserve, más daño se infringe.
Vivir en la ira, la envidia o el enojo es una elección. Si no puedes evitarlos es porqué no eres una persona libre. Eres una persona esclava de tus emociones. Ellas te dominan, vives a su antojo.
Aunque no lo percibas te cuesta un gran esfuerzo, es un gran desgaste de energía mantener tu enojo.
Vivir sintiendo: paz de espíritu, generosidad, alegria y respeto... te recarga, no te consumes... literalmente.
Vivir amando es la única manera de que la Vida cobre sentido.
Quien no controla sus emociones es su esclavo.
Quien grita es porque se siente incomprendido he intenta salvar la distancia que le separa del que no le comprende.
De hecho es un grito de auxilio. Escúchame, compréndeme... me siento solo y herido.
Necesito cariño, comprensión y ternura... y me desespero porqué no se como recibirlos.
Quien ama se siente libre, porqué amar es su elección, por difíciles que sean las circunstancias.
No se deja arrastrar por las reacciones ajenas... ni permite que no se le respete y abuse de sus sentimientos.
Quien ama se ama, si se ama se cuida y se respeta.
Quien ama lo transmite en el tono calmado y calido de su voz, se siente cercano y aprecia a su interlocutor.
Solo podemos dar lo que poseemos, quien no se ama es incapaz de dar y recibir amor.
No lo puede dar porque no lo tiene.
No lo puede recibir porqué se siente indigno... ¡ni el mismo es capaz de amarse!
Si, vivir amándote y amando es la única manera de que sientas que tu Vida tiene sentido... lo contrario es vivir un suplicio, una agonía permanente e intima.
Quienes no se aman no se aceptan, quienes no se aman van con una mascara puesta para camuflar como en realidad se sienten.
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