Los tres primeros chacras o la supervivencia

Como en un reloj de arena que consta de dos partes unidas por un fino paso entre ellas, nuestro sistema vital es parecido a ello. La parte inferior representa nuestra identidad física, que se une a la espiritual por el corazón.

Los tres primeros chacras generan un sentido intuitivo...visceral. Nos indican que es lo que tenemos que hacer para protegernos y cuidar de lo nuestro.
 El primer chacra nos indica lo básico, la sobre-vivencia misma, el procurarnos cobijo, alimento y reproducción.
El segundo chacra nos indica como relacionarnos con nuestro entorno, nos ayuda a mantener relaciones con nuestros semejantes para protegernos mejor entre todos.
El tercer chacra nos indica que preferencias tenemos en estas relaciones. Escogemos pareja, trabajo, maneras de vivir ya no tan basadas en la supervivencia en si y mas en la comodidad y en el placer.

El chacra del corazón es el nexo de unión a los chacras superiores....allí donde reside la conciencia, la generosidad, la trascendencia de lo físico.

Un buen ejemplo de estas funciones las vemos en los niños. Durante un cierto tiempo su única ocupación es comer y dormir en un entorno mas o menos agradable. poco a poco comienzan a reaccionar a estímulos externos, comienzan a explorar este mundo y a aprender en el lo que les gusta y disgusta y la manera de procurarse lo que les conviene.

Un rostro armónico tiene que tener tres partes iguales. Cuando una es mayor que otra significa que la función que representa la tenemos muy desarrollada. Vemos a personas que tienen como dominante la parte entre la barbilla y la nariz. Son personas que le dan mucha importancia a la comida, están en la fase mas elemental. Las que tienen mas grande la parte entre la nariz y el entrecejo son personas que viven para la satisfacción de sus placeres, pero no ya tan básicos como la comida. Y los que tienen la parte de la frente mas desarrollada son personas que no le dan mucha importancia al mundo físico y potencian su faceta mental. para estar una persona equilibrada ha de tener las tres partes en armonía, pues todas trabajan para nuestro bien en general.

En resumen, los tres primeros chacras son los que nos proporcionan las herramientas para la supervivencia en la Tierra. De como los desarrollamos depende nuestra evolución emocional. Quien sufre las carencias que tendría que suministrarle un determinado chacra tendrá que esforzarse mucho para poder paliarlas y seguir con su evolución.

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Luchas de poder

Cuanto más fortalecemos a los demás, más poderosos nos volvemos nosotros mismos.

Parece un contrasentido pero no lo es.
Quien considera a los demás sus adversarios, quien lucha por ser el más fuerte, el más poderoso, el que acapara bienes... esta manifestando su debilidad. De lo esencial hay mas que suficiente para todos.
Cuando nos sentimos fuertes comparándonos con los demás... de alguna manera intentamos debilitarlos. Tememos su fortaleza porque creemos que esto nos debilita.

Una persona realmente fuerte no se compara con nadie. una persona realmente fuerte sabe que uno y uno suman mucho mas que dos. Una persona débil busca ser el uno...y que los demás no lleguen ni a eso para no ensombrecerle.

Vivimos en un mundo despiadado en los que unos pocos acaparan los bienes esenciales de todos para someterlos. Los estudios psicológicos nos dicen que intentamos acaparar de lo que tenemos carencias. Estas carencias pueden ser afectivas, de sustento, de conocimiento...
Un mundo en el que todos tuviésemos los bienes necesarios para nuestro desenvolvimiento en la Tierra, donde pudiéramos dedicarnos al bien común y no a las luchas de poder o sobrevivencia seria el cielo en la Tierra.

Una persona fuerte lo demuestra en cada uno de sus actos...y la débil también, por más fuerte que parezca. Tan débil es quien necesita ayuda para sobrevivir como quien intenta debilitar a otros.

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Dar y recibir

Toda palabra emitida, toda acción emprendida es un intercambio de poder entre las personas afectadas. Este intercambio de poder puede ser altruista, consumista, amenazante...da igual.

La intención con la que se emite no siempre es la intención que recoge la otra persona.
Toda palabra o acción conlleva en si misma la intención con la que se emite y el efecto que quiere producir.
Toda palabra o acción que se recibe conlleva en si misma la intención con la que se emitió, el efecto que buscaba producir... y el efecto que produce en nosotros según como la comprendamos.

Para que una conversación, por ejemplo, sea enriquecedora para las dos partes...es indispensable que ninguna de ellas busque socavar el poder de la otra.
Quien acapara la atención recibe la energía de la otra persona. Conversar significa alternarse en la captación de la atención y así enriquecerse mutuamente.

Recordemos frases como...el publico estaba muy entregado y quien actuaba fue brillante. Esto es debido porque recibió toda la energía del publico y pudo dar lo mejor de si.
Cuando alguien a quien queremos apoyar tiene dificultades, podemos ayudarle enviándole todo nuestro amor y si esta hablando o actuando prestando nuestra total atención a sus actos.

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El poder de la palabra

La generosidad trae felicidad en cada etapa de su expresión.
Experimentamos alegría al formarnos la intención de ser generosos.
Experimentamos alegría en el mismo acto de dar algo.
Y experimentamos alegría al recordar el hecho de haber dado.
Buda

Todo cuanto pensamos, decimos o hacemos influye de algún modo sobre nuestro entorno físico, emocional, mental y espiritual.
Una conversación puede dejarnos con una sensación maravillosa, neutra o desagradable. Las palabras tienen gran poder y por tanto efecto en quien las emite y en quien las recibe.
Las palabras son vibraciones emitidas con una determinada intención.
Hemos de ser muy cuidadosos con las palabras que pronunciamos...y saber apartarnos de quienes emiten palabras que nos distorsionan... porque todo lo que emitimos nos vuelve multiplicado...y todo lo que escuchamos nos afecta.

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Actos de bondad

Los actos de generosidad hacia el prójimo...actos de bondad...solo cuentan si los hacemos sinceramente. Quienes buscan su recompensa espiritual en un acto así no lo consiguen.
Ayudar a otras personas no es una opción, es una necesidad biológica en las personas que han llegado a un cierto nivel de conciencia.
Cada acto de bondad que hacemos por alguien reanima nuestra propia fuerza vital y la fuerza vital de la otra persona.
Muchas tradiciones espirituales y religiosas comparten la misma regla de oro " Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti" No, como nos tratamos a nosotros mismos... pues muchas veces nos maltratamos.

Cuando sinceramente ayudamos a alguien, o le obsequiamos una sonrisa sincera... o unas palabras amables, lo primero que manifestamos es que nosotros espiritualmente estamos bien. Nos reconforta el poder hacerlo...porque manifestamos el amor que sentimos. Esto no quiere decir que no tengamos nuestras batallas internas, que la vida nos sea completamente benigna o que sepamos todas las respuestas.
Cada uno de nosotros tiene unos retos que enfrentar, la actitud con la que los enfrentamos dice mucho de nuestra evolución espiritual. Solo hay que fijarse en nuestro derredor para comprobar como enfrenta cada uno sus retos.
No podemos obligarnos a ser como no somos...aunque podemos intentarlo por interés propio durante un cierto tiempo. Nadie consigue fingir lo que no es todo el tiempo y con todos.

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