domingo, 11 de septiembre de 2011

La desconsideración

La desconsideración

Cuando somos desconsiderados, egoístas o dañamos sin motivo, estamos manifestando lo mal que nos sentimos con nosotros mismos. 
Estamos gritando "estoy mal, muy mal y por esto desahogo mi rabia en los demás ya que no soy capaz de amarme" da pena ver a personas maravillosas sufriendo este tormento.
Si, dañamos a los demás... pero más nos dañamos a nosotros mismos.

Cuando nuestro animo está alegre nos convertimos en personas más pacientes, generosas, menos suspicaces... y esto lo hemos experimentado todos en mayor o menor medida.

Hoy me he encontrado con una persona del primer grupo, hace un tiempo me hubiese enfrentado a ella... hoy sencillamente me he apartado deseándole que tenga un buen día ¡ que lo necesita! 

Hablar con alguien que esta convencido de sus ideas, que no escucha ni razona ... es una perdida de tiempo y un absurdo que solo nos lleva a llenarnos nosotros también de su ira.
Ante una persona desconsiderada una de las opciones que tenemos es la de saludarla cordialmente y alejarnos... ¡su cara no tiene precio! es incomprensible para su estado de animo que no entremos al trapo y que pasemos de ella. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Vistas de página en total