viernes, 20 de junio de 2014

Las hojas

 

Las insignificantes hojas de los árboles se parecen mucho a  nosotros. 
Ellas, como nosotros, tienen un sistema circulatorio como el nuestro...solo que por sus venas corre lo que llamamos savia y no nuestra sangre.
Ellas, como nosotros, respiran. Es más gracias a ellas nuestro planeta es habitable para nuestra especie.
Necesitan alimentarse...como nosotros.
Nacen, crecen, se reproducen ( o no) y mueren... como nosotros.

Y hasta aquí es lo que admitimos como cierto.   

Nosotros tenemos sentimientos, alegrías, penas.... ¿cambiaría mucho nuestra vida si admitiéramos que ellas también? Creo que si, ya no nos dedicaríamos a arrancar una brizna de hierba de manera inconsciente, a dejarlas morir por haber contaminado su hábitat sin tener en cuenta que les provocamos dolor... muchas veces gratuito y a la larga perjudicial hasta para nosotros.
Algunos pueden comprender que quizás si que sienten... pero en un grado muy primario. No es digno de ser tenido en cuenta. 
¿Qué sabemos nosotros en realidad de lo que sienten otras especies? ¿Podemos acaso comunicarnos con ellas y respetarlas? 

El dia que comprendamos que todo lo creado tiene vida y es tan digno de respeto como nosotros nuestro mundo será un paraíso... porque si hemos aprendido a respetar a las hojas.... seguro que habremos aprendido también a respetarnos a nosotros mismos y a todos y todo lo que nos rodea.
Cuando una persona se respeta manifiesta respeto por todos y todo porque para ella es absurdo y denigrante no hacerlo.
Cuando una persona se respeta... se ama. 
Cuando una persona se respeta.... ama a todos y todo. 




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