La Gran Partida- Vidas ilimitadas
¡Por fin lo entendí!
¿Has jugado alguna vez a un video juego, de pasar pantallas con varios jugadores?
El funcionamiento es muy sencillo, se trata de habilidad. A cada pantalla que logras acabar, subes de rango.
Las primeras pantallas son muy sencillas, básicas. Se trata de ir aprendiendo el juego.
Con cada nuevo nivel te encuentras con más dificultades... y con herramientas nuevas, que necesitas para superarlo.
Para ir pasando pantallas, el avatar que hemos elegido, muchas veces queda momentáneamente destruido. Al disponer de vidas ilimitadas, el juego se simplifica bastante. Solo es cuestión de perseverancia.
Da igual lo que tardes. La habilidad la vas consiguiendo con los intento fallidos. No importa en que orden acabéis el juego.
Cuando una pantalla es extremadamente difícil... podemos buscar ayuda externa a nuestro conocimiento... por ejemplo en los jugadores que comparten el juego o en la red... en un foro, donde, quienes estan más avanzados, comparten generosamente sus conocimientos.
Ahora fíjate en ti mismo. Estas jugando en un video juego, se llama Vida. Tu avatar tiene vidas ilimitadas. Tienes la ayuda de tus compañeros y de quienes te preceden.
Tu, no eres el avatar... aunque, si te emocionas mucho, acabas creyéndotelo.
A cada pantalla superada, tienes mas experiencia y habilidad... aprendes jugando, no arriesgas nada. Solo la frustración si la pantalla se te resiste... y la frustración ofusca la mente del jugador.
Afortunadamente, todos acabamos el juego, no hay excepciones.
Somos energía... la ciencia nos dice que ni se crea ni se destruye... solo se transforma.
Si alguien se quedase por el camino, menguaría la energía infinita, de la que todos y todo formamos parte y esto... te recomiendo visualices los videos de las 7 leyes... es imposible. Te dejo sus enlaces más abajo. Estas 7 leyes son las normas que rigen en este juego, son de obligado cumplimiento, no hay excepciones..
A más pantallas, más control de las herramientas, más habilidad conseguida... más sabiduría, más expansión de la conciencia.
Se te puede ayudar explicándote o fijándote tú en como otros resuelven los retos... pero solo tú puedes acabar la pantalla y pasar a la siguiente.
De cuando en cuando nos encontramos una pantalla que marca el final de un tramo, es, en los video juegos, el monstruo al que hay que vencer. En el juego de la Vida es una evaluación del tramo. Tenemos un tiempo limitado para superarlo... si no lo logramos, volvemos al inicio.
También hay unas pantallas donde, sin importar donde te halles momentáneamente en la partida, se evalúa al conjunto de jugadores. Ahora estamos en una de estas pantallas.
Quienes nos precedieron en el juego, nos dejaron información de las dificultades que iremos encontrándonos, sobre todo en las evaluaciones generales.
Los mayas, llamaron a esta pantalla el tiempo del no tiempo, discurre en el salón de los espejos... todos los fallos de nuestra civilización, todos los fallos que hemos ido acumulando en nuestros aprendizajes... a nivel mundial, estan siendo expuestos. Es una pantalla muy estresante.
El final de una civilización es un símil del paso de un huracán que arrasa con todo lo que encuentra a su paso. Después de la devastación... de todo lo que ya no sirve o es perjudicial para nuestro avance, iniciamos un nuevo proyecto, una nueva civilización con la intención de corregir los fallos y mejorarla.
En un huracán solo hay un espacio seguro... su centro. Mantente en él.
No intentes convencer con discursos a la gente... ni a tus allegados, ya pasó este momento.
Solo mantente en el centro del huracán. Lo consigues si mantienes la serenidad, si eres fiel a ti mismo, si tu nivel de conocimiento... el adquirido hasta ahora, es suficiente.
Quienes lo deseen, quienes comprueben que en medio del caos tu no te desesperas... si quieren... ya se informarán de como lo logras, solo entonces será cuando estén dispuestos a escucharte.
Este video juego, como todos, decodifica frecuencias vibratorias, que nos hacen percibir toda una realidad donde se desarrolla la aventura.
Vemos... o con diferentes herramientas logramos captar, unas determinadas frecuencias, decodificadas en imágenes y sonidos. Las demás, nos afectan pero no las captamos de manera consciente.
Ocurre lo mismo que como con la escala cromática que percibimos con nuestros ojos, va desde el rojo hasta el violeta... por debajo no percibimos los colores que si hay, les llamamos infrarrojos... y lo mismo pasa por encima, les llamamos ultra violetas. Lo mismo nos ocurre con los sonidos... algunos los captamos y otros tan solo podemos deducirlos por sus efectos.
Podemos, por ejemplo, ver los colores del rojo al violeta... pero no ver, pero si percibir, los sentimientos y emociones... más allá desconocemos lo que nos afecta en el juego.
Cada uno de los jugadores, según nuestro esfuerzo y nivel de conciencia, emitimos una determinada frecuencia... que es la que trasladamos, por medio de nuestras decisiones, a nuestro avatar.
Cuando la pantalla de un jugador están muy alejada del final del juego... para este jugador, las pantallas finales son invisibles a su percepción. Estan mucho más allá de sus conocimientos actuales... pero su anhelo, como el de todos los jugadores, es llegar a ellas.
En la cultura cristiana, el apocalipsis nos narra esta pantalla, en la que parece que estamos inmersos... como el final de esta civilización. Nos dice que si tu avatar esta en casa se quede en casa, y si esta en el exterior, se quede en el exterior... no se trata de donde se encuentre físicamente donde reside su salvación. Nos dice que dos avatares, uno al lado del otro... uno se quedará y el otro desaparecerá de la pantalla... o lo que es lo mismo... las frecuencias que emiten los jugadores... su nivel de conciencia... serán las que harán que dejen de ser visibles, entre ellos, sus avatares.
Continuaran en el juego ... pero en diferentes pantallas... en diferentes habitaciones.
Si tu nivel de destreza no es suficiente, sencillamente el juego te retrocederá, para que practiques hasta lograrlo.
Nadie, de los que estamos jugando esta pantalla, sabe el dia ni la hora del final de esta civilización, como nos dice el apocalipsis... el momento, en donde nos sometemos a la evaluación colectiva...... al nivel que se requiere para pasar al siguiente nivel...se evalúa si superáramos el grado de conocimiento colectivo pero se supera individualmente... las señales que recibimos tanto físicas como espirituales, nos indican que se acerca.
Las frecuencias elevadas se corresponden con grados de conciencia elevados... las bajas con los bajos. No sabemos que grado mínimo, de conocimiento, se necesita para acceder al siguiente nivel.
Solo podemos continuar la partida. Solo podemos actuar, como hacemos todos, conforme a nuestro nivel de conciencia actual.
Las puertas de las salas superiores estan abiertas de par en par, pero solo son visibles para quienes han logrado alcanzar el nivel de conocimiento requerido... los demás seguiran en su intento... repetiran pantallas, continuaran practicando hasta adquirirlo.
No se me ocurre mejor manera de aprender una lección que experimentándola... las veces que necesitemos para su comprensión.
Con la certeza de que, los experimentos, nunca ponen en peligro la integridad del alumno... y de que siempre estamos acompañados por expertos maestros sabios, que sin prisa... pero sin pausa van enseñándonos.
Somos jugadores que ahora estamos inmersos en un video juego virtual.
Te agradeceré comentes mis reflexiones, juntos aprendemos.
Muchas gracias por tu atención.
La Ley de causa y efecto y sus consecuencias
