Antahkarana: 207- pies de barro

Vivimos tiempos convulsos.

Los pilares en los que se sustentaba nuestra sociedad, resulta que tenían los pies de barro.

Creímos en unos ideales que han sido traicionados por quienes pusimos a cargo de su custodia... y han contaminado a todos los escalafones de la sociedad.

Hemos ninguneado los valores intangibles... como el respeto, en harás de una interpretación abusiva y de ansias de poder. El resultado está a la vista.

La estabilidad emocional resulta que es poco estable.

Cuando el sentido común desaparece, las injusticias aparecen... y con ellas las depresiones.

La condición humana esta hecha de contradicciones... la sabiduría de unos contrasta con la ignorancia de otros.

El falso buenísimo ha resultado un gran fiasco.

Se tiene que prestar ayuda al necesitado... pero no se tienen que permitir los abusos... o por ayudar a unos desproteger a otros.

Quienes tienen que cuidar de ello, si se guían más por ideologías de dudosa lógica, que por el sentido común y la justicia colectiva, son responsables de los desmanes que han provocado.

Quien no esta capacitado para el cargo que ocupa no esta exento de las responsabilidades de los problemas que causa.

Un cargo exige responsabilidad. Aceptarlo careciendo de preparación o no velar por los intereses generales, es de villanos.

El respeto a la vida de todos los seres sintientes... que ha poco que apliques los conocimientos de la física quántica, es todo... se ha ninguneado.

Importo yo y condescendientemente los que están bajo mi amparo o comparten mis intereses egoístas... todo lo demás es un producto con el que comercio sin ningún respeto.

Esto es una conducta vil, que embrutece a quien la practica... ý a quien la consiente.

Jesús nos enseño a poner la otra mejilla... o ha dar otra oportunidad al violento.

Pero no dijo nada de continuar dando oportunidades indefinidamente.

Dejar que se abuse de uno por la fuerza bruta, la manipulación o el chantaje, es un claro síntoma de poca autoestima.

Consecuentemente sucumbimos al miedo, a la impotencia, reprimimos la ira y a nos prestamos a copiar la falta de valores... de los que nos quejamos. Nos convertimos en lo que condenamos. Nos embrutecemos.

Se trata de plantarnos, de decir basta, de poner limites a la tolerancia.

Solidarios si, ingenuos la primera vez... persistir denota debilidad propia.

Me da igual el género, el credo, nacionalidad o el estatus de cada uno. Antes que pertenecer a un grupo somos individuos responsables de nuestros actos.

Si no somos responsables no tenemos el derecho de decidir en todo lo que afecta a terceros.

Excusarse en tradiciones, creencias o intereses egoístas personales no me vale.

Trata a los demás ( sin distinciones de ninguna clase) como a ti mismo... y si no lo haces no te respetas y eres un abusador... un tirano.

Si, el abusador es probable que tenga motivaciones psicológicas que hay que esforzarnos en sanar... pero la victima está primero.

Una sociedad que no defiende al débil es una sociedad embrutecida.

Provocar ignorancia y miedo son armas muy efectivas y destructivas.

Si, se que quienes la usan acaban resultando tan o mas ignorantes y débiles que sus victimas... pero primero esta proteger a la victima, parar el abuso... después viene el ayudar al abusador.

Y ahora vivimos en una etapa llena de abusadores que maltratan a sus victimas... y de victimas que maltratan a su vez a otras de más débiles.

La enseñanza que conlleva este comportamiento es clara.

Solo puede existir el abusador mientras la victima lo permite.

El abuso es el revulsivo que nos impele a decir basta, a poner límites, a aprender a amarnos... y consecuentemente a respetarnos.

El grado de abuso que cada uno necesita padecer, para liberarse, para poder pararlo, es justo el necesario y cada uno tiene el suyo.

En el momento en que se recupera la autoestima, se termina.

Hemos de recuperar el propio respeto perdido... y si lo logramos, respetar a los demás es una consecuencia.

Quien se ama se respeta.

Quien se respeta no se daña... ni daña.

Los abusadores, aunque a nivel consciente lo ignoren, son grandes maestros.

Nos enseñan a respetarnos.

El maltrato recibido, nunca justifica el maltrato a otros seres.