La elegancia normalmente se confunde con la superficialidad y la apariencia. nada más equivocado que eso. Algunas palabras son elegantes, otras consiguen herir y destruir, pero todas se escriben con las mismas letras. Las flores son elegantes, aunque estén escondidas entre las hierbas del campo. La gacela que corre es elegante, aunque esté huyendo del león.
La elegancia no es una cualidad externa, sino una parte del alma que es visible para los demás. No está en la ropa que usamos, sino en la manera como la usamos. No está en la manera de empuñar una espada, sino en el dialogo que puede evitar una guerra.
La elegancia se alcanza cuando desechamos todo lo superfluo y descubrimos la sencillez y la concentración:cuanto más sencilla y más sobria sea la postura, más bella será.
¿Y qué es la sencillez? Es el encuentro con los verdaderos valores de la vida.
La nieve es bonita porqué sólo tiene un color. El mar es bonito porque parece una superficie plana. El desierto es bello porque parece un simple campo de arena y rocas.
Pero cuando nos acercamos a cada uno de ellos, descubrimos que son profundos, íntegros, y entendemos que cualidades tienen. Las cosas más sencillas de la vida son las más extraordinarias. Dejad que se manifiesten.
Cuanto más se acerca el corazón a la sencillez, mejor puede amar sin restricciones y sin miedos. Cuanto más ama sin miedo, mejor puede mostrar la elegancia en cada pequeño gesto. La elegancia no es una cuestión de gusto. cada cual tiene su manera de ver la belleza, y muchas veces es completamente diferente a la nuestra. Pero en todas las tribus, en todos los pueblos, hay valores que demuestran la elegancia:hospitalidad, respeto, delicadeza en los gestos.
La arrogancia atrae el odio y la envidia. La elegancia despierta el respeto y el Amor. La arrogancia nos hace humillar al prójimo. La elegancia nos enseña a caminar por la luz. La arrogancia complica las palabras, porque cree que la inteligencia es sólo para algunos elegidos. La elegancia transforma pensamientos complejos en algo que todos pueden entender.
Todo hombre anda con elegancia y transmite luz a su alrededor. Cuando transita conscientemente su camino sus pasos son firmes y seguros, su mirada es precisa, su movimiento es bello. E incluso en los momentos más difíciles, sus adversarios no ven en él signos de debilidad...porque la elegancia protege.
Aceptamos y admiramos la elegancia porque está no hace ningún esfuerzo para ser como es.
Sólo el Amor da forma a lo que antes era imposible siquiera soñar.
Y sólo la elegancia permite que esa forma se pueda manifestar.
El manuscrito encontrado en Acra- Paulo Cohelo
La elegancia no es una cualidad externa, sino una parte del alma que es visible para los demás. No está en la ropa que usamos, sino en la manera como la usamos. No está en la manera de empuñar una espada, sino en el dialogo que puede evitar una guerra.
La elegancia se alcanza cuando desechamos todo lo superfluo y descubrimos la sencillez y la concentración:cuanto más sencilla y más sobria sea la postura, más bella será.
¿Y qué es la sencillez? Es el encuentro con los verdaderos valores de la vida.
La nieve es bonita porqué sólo tiene un color. El mar es bonito porque parece una superficie plana. El desierto es bello porque parece un simple campo de arena y rocas.
Pero cuando nos acercamos a cada uno de ellos, descubrimos que son profundos, íntegros, y entendemos que cualidades tienen. Las cosas más sencillas de la vida son las más extraordinarias. Dejad que se manifiesten.
Cuanto más se acerca el corazón a la sencillez, mejor puede amar sin restricciones y sin miedos. Cuanto más ama sin miedo, mejor puede mostrar la elegancia en cada pequeño gesto. La elegancia no es una cuestión de gusto. cada cual tiene su manera de ver la belleza, y muchas veces es completamente diferente a la nuestra. Pero en todas las tribus, en todos los pueblos, hay valores que demuestran la elegancia:hospitalidad, respeto, delicadeza en los gestos.
La arrogancia atrae el odio y la envidia. La elegancia despierta el respeto y el Amor. La arrogancia nos hace humillar al prójimo. La elegancia nos enseña a caminar por la luz. La arrogancia complica las palabras, porque cree que la inteligencia es sólo para algunos elegidos. La elegancia transforma pensamientos complejos en algo que todos pueden entender.
Todo hombre anda con elegancia y transmite luz a su alrededor. Cuando transita conscientemente su camino sus pasos son firmes y seguros, su mirada es precisa, su movimiento es bello. E incluso en los momentos más difíciles, sus adversarios no ven en él signos de debilidad...porque la elegancia protege.
Aceptamos y admiramos la elegancia porque está no hace ningún esfuerzo para ser como es.
Sólo el Amor da forma a lo que antes era imposible siquiera soñar.
Y sólo la elegancia permite que esa forma se pueda manifestar.
El manuscrito encontrado en Acra- Paulo Cohelo
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