Siempre he tenido miedo a cambiar

Tenemos miedo a cambiar porque creemos que después de mucho esfuerzo y sacrificio, conocemos nuestro mundo.

y aunque no sea el mejor, aunque no estemos totalmente satisfechos, al menos no habrá sorpresas. no nos equivocaremos.

Cuando sea necesario, haremos pequeños cambios para que todo siga igual.

Vemos que las montañas permanecen en el mismo lugar. vemos que los árboles ya crecidos, cuando se trasplantan casi siempre acaban muriendo. Y nos decimos- quiero ser como las montañas y los árboles. Sólidos y respetados.

Incluso cuando divagamos y nos decimos que queremos ser como los pájaros o como el viento... acto seguido nos recordamos que los pájaros están siempre huyendo de los cazadores y de las aves más fuertes. Y que el viento, a veces, queda atrapado en un remolino y destruye todo lo que encuentra a su paso.

Soñar no implica riesgos. lo peligroso es querer convertir los sueños en realidad.

Y recordamos, tenemos muchos problemas, pero acabaremos solucionandolos... aunque nos pasemos cada vez más tiempo luchando contra ellos. debemos servir de ejemplo a nuestros padres, a nuestros maestros, a nuestros hijos, y mantenernos en el camino correcto. Y nos sentimos orgullosos de nuestro comportamiento.

Nada más equivocado.Porque el camino correcto es el de la naturaleza: en constante cambio, como las dunas del desierto.

Se equivocan los que piensan que las montañas no cambian: nacieron de terremotos, son labradas por el viento y la lluvia, y van cambiando cada día, aunque nuestros ojos no puedan verlo.

Se equivocan los que piensan que los árboles no cambian. Tienen que aceptar la desnudez del invierno y la vestimenta del verano. Y viajan más allá del terreno en el que están plantados porque los pájaros y el viento esparcen sus semillas.

La naturaleza nos dice:cambia.

Es necesario seguir adelante, a pesar del miedo. A pesar de las dudas. A pesar de las recriminaciones. A pesar de las amenazas.

Las personas que se atreven a cambiar se enfrentan a sus valores y perjuicios.

Una pregunta persiste en los primeros pasos del camino-¿Mi decisión de cambiar habrá hecho que los demás sufran por mí? Pero el que ama de veras quiere ver al amado feliz. Si en un primer momento temió por él, el orgullo de verlo haciendo lo que le gusta, yendo hacia donde soñó llegar, acaba enseguida con cualquier tipo de miedo.Si estamos alegres, nos encontramos en el camino correcto.

Dificultas es el nombre de una antigua herramienta, creada simplemente para ayudarnos a definir quienes somos.

el manuscrito encontrado en Acra- Paulo Cohelo

Siempre he entendido que por más que nos empeñemos en no cambiar, cambiamos. Quizás serán cambios casi imperceptibles, pero nadie puede permanecer inmutable...¡afortunadamente! porque el cambio es aprendizaje.