A ninguna persona con un poco de conocimiento se le ocurre plantar patatas si lo que necesita son nabos. Todos lo encontramos de lo más lógico y natural. Es absurdo pensar que si sembramos patatas recogeremos nabos.
Pero... en nuestro dia a dia nos olvidamos de esta aplastante lógica. Buscamos la felicidad, el sentirnos amados, el respeto... y nos dedicamos a sembrar miedo, dudas, ira, intolerancia...etc.
A mas conocimiento mas responsabilidad.
No es coherente creernos o presumir de ser personas espirituales y al mismo tiempo actuar en contra de sus leyes, porque haberlas las hay. De hecho es una única ley la que nos rige y se llama AMOR.
Una persona que se cree en el camino de la espiritualidad se siente impelida a respetar a sus semejantes, cumple sus compromisos y deudas, es solidaria, la verdad es su constante, siempre esta abierta al aprendizaje... Y no lo hace obligada, lo hace por pura convicción.
Por mas que nos llenemos la boca de elogios propios y ajenos, frases de reconocida sabiduría y aparentemos ante los demás una actitud de lo que queremos vender... seremos un fraude... Y ademas padeceremos amnesia.
Las leyes universales nos dicen que se recoge lo que se siembra...y que no se le pueden hacer trampas ni a la vida ni al Amor. Olvidar esta máxima no la inhabilita.
Como dice el refranero popular...quien siembra vientos recoge tempestades. Quien siembra patatas...recoge una cosecha de patatas.
Si repasamos nuestra vida hasta ahora comprenderemos que esta Ley siempre está activa. El sentimiento primario que lanzamos al universo... ese es nuestra cosecha. No vale querer ser buenos y tomar buenas decisiones....si no lo sentimos en el corazón no recogeremos el fruto que anhelamos.
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