miércoles, 27 de diciembre de 2023

 


Consecuencias… inevitables… de la quinta y de la cuarta ley en nuestras vidas.

Comenzamos con la física... para llegar a la metafísica. Las leyes que nos enseña la física están más que comprobadas… Pero... ¡oh sorpresa!... estas leyes no solo actúan en el plano físico, también actúa en el plano mental y en el emocional. 

Al final, nos daremos cuenta de que todas las leyes no son sino manifestaciones de una única ley... y que esta se aplica, inexorablemente, en todos los planos. 

Recordemos… La ley del género… la séptima, nos dice que los humanos, para manifestarnos, precisamos de un impulso... lo llamamos polo positivo o masculino, al que lo genera... y llamamos polo negativo o femenino, al que lo ejecuta. No hay un polo superior al otro. Todos  poseemos los dos polos, pero no siempre armonizados.

 

La ley de causa y efecto… la sexta, nos dice que toda causa provoca un efecto... y todo efecto proviene de una causa.
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Ahora vamos con la quinta y la cuarta ley… y sobre todo, con las implicaciones de estas leyes en nuestras vidas… que como comprobarás, nadie escapa a ellas.


La ley de la polaridad, la quinta, nos dice que siempre nos movemos entre dos extremos … de un extremo a otro… continuamente… hasta que la causa que genero el movimiento ha quedado anulada.

Un movimiento se pone en funcionamiento por una causa física o por una emocional.


Por ejemplo…amor y odio, pereza y diligencia, altruismo y  egoísmo, luz y oscuridad, frio y calor... con multitud de grados intermedios en su recorrido.

De hecho el odio es un muy bajo grado de amor o el frio lo es del calor. No podemos saber dónde termina uno y comienza el otro… es una apreciación subjetiva.

No es que haya odio en el mundo… lo que hay es una falta grave de amor.

 

Todo fluye dentro/fuera. Avance y retroceso continuo, pero a diferentes tiempos y espacios...

 

Vamos con la Ley del ritmo… la cuarta, nos dice que estos movimientos, de extremo a extremo, tienen distintas velocidades y distancias máximas en sus recorridos. Puede ser desde muy rápidos a muy lentos... desde muy amplios a muy estrechos. Siempre de extremo a extremo… y vuelta a comenzar.


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Toma conciencia de ello… Cada pensamiento, palabra y obra, pone en marcha, por la ley del género... una causa.

 Estas Leyes son las responsables desde la creación y destrucción de mundos... vida y muerte no son sino los dos extremos del mismo movimiento del péndulo… hasta de nuestra respiración. 

 

Para iniciarse el movimiento en un péndulo, claro ejemplo físico de la ley de polaridad, se necesita un impulso o causa  inicial, que es lo que golpea la bola...... y es entonces cuando la bola inicia su recorrido...... y se balancea por igual, tanto hacia la derecha como hacia la izquierda, hasta agotar la energía del impulso.

 

Pero... si la causa es emocional... una lección de vida, que hay que aprender... puede llevarnos varias encarnaciones, el impulso solo se agota cuando la lección ha sido aprendida... y mientras no la aprendemos… alimentamos el impulso.

Puedes suponer que todos los péndulos se pararán el día de nuestra muerte... pero eso es una ilusión.


Todos y todo, como nos dice la física, es energía manifestándose… la energía ni se crea ni se destruye… solo se transforma. Una vida es solo una manifestación… si creías que te escaparías de tu aprendizaje, y de las consecuencias de tus actos… para bien o para mal… muriéndote… replantéatelo.

 

 

A nivel consciente no lo recordamos... pero a nivel supra consiente el péndulo sigue activo. Se le conoce como karma.

 

Muchas veces vivimos, una y otra vez, las mismas experiencias dolorosas... con diferentes decorados... y no entendemos la causa que las provoca. 

Solo cuando las comprendemos, podemos superarlo.

 

Podemos ir moviéndonos por comprensión o por desesperación... mientras que en el primer caso vamos bien encaminados... en el segundo, sí, cambiamos... pero como no sabemos lo que provoco el dolor... podemos ir a peor.

En algunas ocasiones pensamos que nos hemos equivocado... o que se nos ha perjudicado... o que tenemos mala suerte... o que el destino es cruel.

Verás... nuestra percepción es muy limitada.
Decidimos si algo es bueno o malo, según nos sentimos... pero la Vida no va de que busquemos responsables o estemos felices en todo momento… la Vida va de aprender, de elevar nuestra conciencia. Y todo lo que experimentamos, forma parte de la lección.


La vida es una escuela, donde el método de enseñanza es la experimentación... y el temario… es secreto.
Nuestra única guía es si nos sentimos bien o mal... como el juego infantil del caliente o frio.
Hay satisfacciones momentáneas...  pero que se tuercen enseguida, pues no nos hemos encarrilado correctamente.

No nos gusta sentirnos mal... es como estar sentados sobre un hormiguero... queremos salir de allí... el problema es hacia donde, no sea que caigamos en otro lugar inhóspito.

Con las experiencias vamos aprendiendo... cada uno a su ritmo.
Los placeres momentáneos... son eso… momentáneos.
Busca la serenidad, la paz y el sentirte bien con tus decisiones... a largo plazo.

Vivimos como fatal el romper una relación, perder nuestros bienes, una traición, las injusticias, la muerte de seres queridos... o la propia.
Y para la vida, estos hechos, son solo decorados.

 

A ella, lo que le importa, no es lo que vives… sino como lo vives.

Para la Vida no hay buenas o malas decisiones… hay grados de conciencia, y su misión es elevárnosla. Desde el nivel más bajo de conciencia en el plano físico… hasta el más elevado en el plano espiritual.


La vida es muy básica... generosidad o egoísmo, calma o ira, venganza o perdón, ignorancia o sabiduría, pereza o diligencia, coraje o temor …
Esto es la manifestación de ley de la polaridad... en su nivel más alto o en el más bajo… que actúa bajo el mando de la ley de causa y efecto, provocado por la ley del género.

A la vida le da igual que seamos lentos o rápidos, nos va enseñando... sin prisa pero sin pausa.
Caliente... vas bien.
Frio... vas mal.

 

Si tiramos una piedra en un estanque, se originan unas ondas que se van alejando y ampliando... lo mismo ocurre con un sonido y sus reverberaciones.

Y lo mismo ocurre con el amor y el odio... desconocemos lo lejos que pueden llegar sus efectos.

 Deja de fijarte en lo que vives y fíjate en cómo te sientes.

La vida pone y quita situaciones, todas tienen un porque... lo que decide que ha de ser... será, por más que trates de impedírselo… y lo que no ha de ser no será, por más que trates de provocarlo.

Tu escoges como te sientes… no escoges la situación… y lo que escoges… depende de tu nivel de consciencia.

Concéntrate en cómo reaccionas…si actúas sin pensar... basado en el impulso momentáneo... o eres capaz de meditar en cómo te sentirás y en las consecuencias.

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Las leyes de la polaridad y del ritmo, nos recuerdan, que  lo único fijo es el cambio.

Recuérdalo tanto en los momentos buenos… como en los malos. Todo es pasajero.

 


Todos y todo estamos sometidos a las leyes de la polaridad y del ritmo ... las mareas, el latido del corazón, la respiración, la creación y destrucción de mundos, nuestros estados de ánimo...


Todo es un continuo venir de... para ir a.… focalizamos, o lo intentamos, en el presente… para tener el punto de referencia... pero, muchas veces, nuestra mente se muestra errática... se despista, viaja hacia un pasado... que ya no volverá, o hacía un futuro incierto, lleno de probabilidades, ilusiones y miedos... pero no de certezas... y se pierde vivir conscientemente lo único real… el presente.


La Ley del ritmo, cuando actúa en el plano emocional, nos dice que el balanceo va decreciendo... a medida que vamos ampliando nuestro conocimiento, y que podemos lograr polarizarnos donde deseemos ... pero solo en el nivel elevado de nuestra conciencia, antes somos sus esclavos.

Siempre actuamos en dos niveles de conciencia... en uno nuestra mente está embotada… y en el otro más clara… El plano inferior es nuestro nivel más bajo y el superior el más alto… vamos cambiando de planos a medida que ampliamos conciencia.

Podemos neutralizar los efectos de una causa en el plano inferior pero no en el superior... por ejemplo... tomemos como muestra una persona, a la que se le ha infectado una muela, pero no lo sabe y le duele horrores. Alguien le habré la boca y se la arranca.

En el plano inferior, la persona siente el dolor que tiene y el que se le ocasiona... y lo vive como una desgracia y un ataque... y le producen miedo, impotencia y rabia. 

En el plano superior, esta persona ya comprende lo que le causa el dolor y el porqué del quitarle la muela... sí, vive los dos dolores, pero al comprender la causa, no se desespera y contribuye a su sanación. Ha neutralizado su ignorancia con conocimiento... el resultado es mucho menos doloroso y no le provoca el trauma de vivir una experiencia que no comprende.



Fíjate en ti mismo.
Toma conciencia de cuantos péndulos están oscilando, en este momento, en tu vida ... de los que seas consciente.

Podemos tener péndulos oscilando con el impulso de aprender a ser generosos, confiados, solidarios, leales, responsables, justos...
y solo somos conscientes de ellos cuando cesan, porqué la lección ha sido aprendida y asumida...

y nuestra conciencia, por efecto del nuevo conocimiento, se habrá ampliado.

 


Avance y retroceso continuos, pero con diferentes tiempos y espacios...

 

Tenemos la misma capacidad de amar que de odiar. Nuestro mayor grado de placer… se corresponde con nuestro mayor grado de dolor.
La serenidad es lograr el equilibrio entre los dos extremos... perderemos puntas de placer... y perderemos puntas de dolor.... pero nuestra visión será más clara, pues los extremos nos embotan.

Nos dicen estas leyes, que siempre, primero se experimenta una lección y después, nos beneficiamos de ella. La ignorancia siempre precede a la sabiduría.

No podemos escapar a sus efectos... pero podemos controlarlos. No es lo mismo, en el rio, nadar que ser arrastrados por la corriente.

La causa quedara neutralizada cuando, con los vaivenes del péndulo que necesitemos, hayamos comprendido y asimilado la lección.

El nivel aumentado de conciencia nos permite escoger lo que queremos manifestar... pero… la ley de causa y efecto hará que, al igual que el labrador... cosecharemos lo que hemos sembrado... amor u odio, por ejemplo… y multiplicado, claro.

Si te das cuenta de que has iniciado un movimiento no deseado, solo tienes que neutralizarlo para pararlo… y para hacerlo tienes que situarte en su polo opuesto … has dañado, por ejemplo… reconócelo y restituye a la víctima… así de fácil y justo.

Si tu intención sincera es reconocer y restituir… pero no puedes hacerlo… tu intención y el haber aprendido la lección, también paran el péndulo… no sin antes, de alguna manera, haber compensado tu daño ayudando a un tercero.

La Vida no admite trampas ni atajos, recuérdalo.

 

La intención es la causa primera de todas las causas... la intención marca la polaridad...... y la polaridad marca la manifestación.

No es lo mismo regalar una limosna a un necesitado, porque nos mueve la compasión... que regalar para que se nos considere generosos. 

La causa primera es generosidad en el primer caso y en el segundo egoísmo... y los efectos serán contrarios.


Nuestro nacimiento y muerte no son sino un balanceo del péndulo... que se acabara, solo, cuando todo nuestro aprendizaje haya sido completado.

Cuanto más nivel de conciencia... menos dolor físico. Somos ya más conscientes de las causas y de sus consecuencias...
Las leyes de la polaridad y ritmo, en grados elevados de conciencia, seguirán actuando, al igual que la del género y la de causa y efecto… pero sus manifestaciones serán más sutiles... y una vez aprendida una lección podremos controlarla.

 

Podemos sumar correctamente cuando ya hemos aprendido a hacerlo.


Como la ignorancia precede, siempre, a la sabiduría… Primero la lección… y luego el disfrute de aplicar el conocimiento adquirido… y ¿Qué mejor manera de aprender, que experimentar en carne propia los efectos de nuestras decisiones? Es aquello de que quien a hierro mata… a hierro muere.

A más consciencia más responsabilidad, evidentemente... y las lecciones impartidas son más complejas... primero se nos enseña a sumar... algo completamente desconocido.

Más adelante se nos enseñan formulas muy complejas... pero ya entendemos los principios por los que se rigen.

Cuando hemos llegado a un cierto grado de conciencia... y por algún motivo no actuamos de acuerdo con ella... significa que en realidad no lo teníamos asumido... y la ley de la polaridad nos devuelve al inicio de la causa... volvemos a un grado de conciencia muy limitado y volvemos a recorrer todo el camino, para esta vez aprender bien la lección.  ... pero nos queda como un remanente de lo que habíamos llegado a ser... sin saber conscientemente que es.


Es como contemplar el majestuoso cielo estrellado... y no recordarlo después... pero algo nos dice que hay algo maravilloso no sabemos dónde... y lo añoramos.

No es un castigo este retroceso, es una nueva oportunidad de aprender... y tenemos tantas oportunidades como necesitemos.
Dicho de otra manera, nuestro aprendizaje está asegurado, por eones que nos cueste completarlo.


 Recordemos que el polo positivo genera una causa, que el negativo ejecuta. Una causa genera un efecto... Y este efecto es el péndulo balanceándose de un extremo al otro según el impulso que se le ha dado.... hasta que, en su balanceo, acaba neutralizado... o lo que es lo mismo, hasta que la lección ha sido aprendida.

Nos dicen estas leyes, que siempre, primero se experimenta y se aprende una lección y después nos beneficiamos de ella.

No podemos escapar a los efectos de las causas... pero podemos controlarlos. No es lo mismo, en el rio, nadar que ser arrastrados por la corriente.

La intención es sagrada, ella es la causa inicial de todo inicio de movimiento.

No es lo mismo dar una limosna a un necesitado, porque nos mueve la compasión... que regalar para que se nos considere generosos. 

La causa primera es generosidad, en el primer caso… y en el segundo egoísmo... y los efectos serán contrarios.

Te agradeceré comentarios a todas mis reflexiones... juntos, aprendemos y nos enriquecemos.

Muchas gracias por tu atención 

www.antahkarana.cat/   

videos, terapias y reflexiones gratuitos 

lunes, 18 de diciembre de 2023



Podemos comprar casi todo...solo se nos escapa poder comprar conciencia. 

La ignorancia... Que se manifiesta en miedo, rencor, egoísmo, ira, prepotencia... 
Es la que provoca todos los males evitables del mundo.

No, no son los más desposeídos, en bienes materiales, quienes provocan la mayoría de daños evitables... Suelen ser los que han alcanzado cuotas de poder, cuanto más altas peor, quienes más daños e injusticias provocan.
Parece que el poder corrompe... Deshumaniza a quienes lo ostentan... Da igual el grado.

Poderoso caballero es don dinero.

El poder da una falsa sensación de seguridad y prepotencia... Algo que evidencia el grado de ignorancia. Quienes desean ostentarlo... lo consigan o no, ya nos muestran su ignorancia... su pobreza de conciencia..


Quien en verdad es poderoso no necesita demostrarlo...
Sus actos lo reflejan... actua con compasión, solidaridad y justicia... y se le sigue, no por imposición, sino por respeto.
El fuerte protege al dèbil, por convicción, pues su espíritu ya ha alcanzado un grado elevado de conciencia.

El buen líder, es quien esta mejor capacitado intelectual y emocionalmente, para ostentar el cargo... no quienes lo consiguen por medio de luchas cainitas y falsas promesas, cuyo esfuerzo se concentra en lo perecedero... Son incapaces de reconocer su propia esencia.
Si, la ignorancia ciega la conciencia... Afortunadamente, como leí en alguna parte...
Por dormidos que estemos, siempre levantamos los parpados... Aunque sea unos breves instantes, en cada una de las vidas que necesitemos, para alcanzar el conocimiento... Y así vamos aprendiendo.
Quienes se ríen de quienes manifiestan amor en sus actos... Incluso les escarnecen y perjudican... Solo manifiestan, de manera clara, su verdadero grado de conciencia... Ignoran que, para salir de este casi, eterno ciclo de dolor y muerte, tendrán que elevarla.
A la Vida no le valen las trampas.
Es como el pesaje del corazón, de la tradición antigua egipcia... solo pasan los que han logrado que su corazón pese menos que una pluma.

Si, Podemos comprar casi todo ...solo se nos escapa poder comprar conciencia.

lunes, 11 de diciembre de 2023


 

Atrévete a responder el cuestionario

Ser o aspirar a ser buena gente, hoy, no esta de moda.
La inconsciencia, que revela esta actitud, es aterradora.
Avanzamos alegres y orgullosos hacia nuestra extinción.
Pocas personas persisten en mantener los más altos ideales, aunque sepan que serán estigmatizados. Consideran que el respeto por uno mismo, bien lo vale.
Más que odiar a quienes consideramos los malos, es mejor ayudar a los oprimidos.
Estos forman un solo grupo, donde no hay razas, ni géneros, ni creencias... Solo injusticia y dolor.
Hemos llegado, al demencial punto, donde el estatus de victimas dependen de lo que convenga, a quienes dirigen el rebaño.
Se eleva a unos y se silencia a otros,... Y todos nos dejamos usar como mercancía.
Nuestra utilidad es consumir y ser usados para cumplir sus fines. El dolor y la denigración que comporte, no cuentan.
Es un ejercicio, muy esclarecedor, meditar sobre nuestras actitudes vitales.
Preguntarnos si sentimos placer ante algun tipo de sufrimiento ajeno, si somos capaces de empatizar ante todo el que sufre y necesita ayuda, si la mayoría de nuestros pensamientos diarios son egoista o pensando en el bien común, si respetamos, en general... o solo respetamos lo que nos conviene... si, sabiendo que es lo justo... justificamos lo contrario... si nos sentimos bien con nosotros mismos... si el estres, la desesperación o a ira son sensaciones habituales... si nos incomoda este cuestionario...
Todo lo creado es materia. Toda la materia es una manifestación de la energía... Todos formamos parte de ella... La diferencia reside en el grado de frecuencia de vibración... no en la esencia.
Creernos superiores a otras personas, especies o manifestaciones, es creer que todo el universo gira en torno a esta nuestra manifestación puntual.
El libre albedrio es una manifestación de nuestro grado de conciencia. Una persona con un alto grado de ella... es impensable que elija de forma egoista. Tiene, como no, la opción... pero la descarta. Nuestros pensamientos palabras y obras son nuestro fiel reflejo... no la mascara que utilizamos.
Ante la duda... elige lo que te haga sentir bien a largo plazo,
No hagas a los demás lo que no quieras para ti mismo.
Si te das cuenta de que has fallado... alégrate, ya sabes más que antes...y corrige.
No se trata de fustigarnos, se trata de superarnos.
Si hay paz en tu corazón, la Tierra es un lugar hermoso.
Siempre eres la mejor versión de ti mismo...susceptible de ser mejorada.
Poco podemos hacer con las circunstancias... pero si en como las vivimos.
Eres el mar manifestándose en una ola... toma conciencia... tu eres el piloto, no la ola.

martes, 5 de diciembre de 2023



 La ley que intentamos, algunas veces, saltarnos conscientemente

La ley que, a veces, intentamos saltarnos conscientemente… es la sexta.

Es la ley de la causa y el efecto… toda causa provoca un efecto… y todo efecto proviene de una causa.

Pero… algunas veces creemos, que si vamos con cuidado, podemos minimizar los efectos.

 

Podemos crear una causa física… colocar en un determinado lugar una pieza dañada o de menor calidad… diciéndonos que no se notará... por ejemplo.

Podemos crear una causa mental…que, de hecho, siempre está detrás de una causa física, porque la intención es la que provoca la acción...embaucar, mentir, traicionar la confianza, no actuar como buenas personas… diciéndonos que la vida es una selva, que el pez grande se come al chico… que somos más listos que las víctimas, que hay que aprender a defenderse de indeseables como nosotros, que pondremos distancia por medio y ya no nos podrán exigir responsabilidades… por ejemplo.

Esto anterior, lo pensamos, cuando la causa que generamos no es decidida por una vibración nuestra alta… más bien todo lo contrario. Estamos inducidos por miedo, envidia, rencor, desesperación, egoísmo, ignorancia.

Queremos hacer trampas a la vida… y la vida no admite trampas.

Quizás en un primer momento nos digamos… ves, no pasa nada. Y quizás hasta nos enorgullezcamos de nuestra picardía.

Pero... la causa ha sido lanzada… y tarde o temprano, llegaran las consecuencias… y cuanto más tarde, peor. Más fuerza habrán adquirido.

 

Un caso claro, y muy común, son las personas mentirosas… muchas veces logran engañar a la víctima.

Pero, en este momento, se pierden el respeto a si mismas… por más que ha nivel consciente se auto feliciten.

Una mentira es como una bola de nieve... lanzada desde lo alto de una montaña… crece, crece y crece hasta que impacta y explosiona.

Una persona mentirosa suele ser reincidente.

Lo primero que hay que entender es, que cuando mentimos… ya nos hemos juzgado y condenado… sabemos que, con la verdad, no alcanzaremos nuestros fines.

Una vez lanzada la mentira tendremos que intentar controlar sus efectos… que no se sepa, que si se sabe no puedan exigirnos responsabilidades, que no se entere nuestro entorno de nuestra villanía… que no se nos señale públicamente…y aun controlando estas causas… el estrés está asegurado. Es un continuo temer que todo explote.

Cuanto más mentimos mas probabilidades hay de que se nos exijan responsabilidades.

 

Venimos aquí a aprender a amarnos y amar… y la ley de causa y efecto es un muy buen sistema educativo.

Experimentamos, cuando la bola explota, los efectos de nuestras acciones… podemos aprender la lección… o ir repitiendo explosiones... cada vez más traumáticas. 

No lo hacemos a posta... sencillamente estamos en un nivel evolutivo elemental.

la vida primero te susurra, después te habla... pasa a gritarte... y acaba sacudiéndote. Muchas veces no aprendemos hasta que la sacudida es muy muy fuerte.

Hay personas que se resisten y se resisten a aprender… entonces la vida, que tiene infinitos recursos… puede enseñarnos la lección a través de personas a las que amamos. Estas personas, a nivel espiritual han venido a ayudarnos a comprender la lección… pero a nivel físico y mental, nosotros lo viviremos como una terrible injusticia… y nos sentiremos completamente impotentes.

La ley de causa y efecto es universal… todo pensamiento, palabra y obra producen una reacción… y muchas veces somos inconscientes de lo que provocamos.

La ley se activa tanto para bien como para mal... una buena acción siempre implica consecuencias positivas... a no ser que la buena acción la hayamos realizado con fines egoístas... la intención es siempre la causa primera.

No solo podemos aprender sufriendo las consecuencias de nuestra ignorancia… podemos aprender de los errores ajenos… mucho menos doloroso, igual de efectivo... pero, por desgracia, poco común. 

La  ley del karma… no es un castigo.

Si has roto un cristal, por ejemplo… has provocado daños materiales… y quizás te has dañado o dañado a terceros. 

Quizás no has sido consciente de todo el daño infligido… imagina que caen cristales en el suelo… y que con el paso del tiempo, alguien, pase por allí y se corte… tienes que aprender todas las consecuencias de tus actos… 

Las consecuencias  pueden pararse casi al instante… he roto el cristal, me responsabilizo de mis actos y compenso los daños… la acción y reacción han sido neutralizadas.

Pero, si negamos los hechos, nos escondemos… o no somos conscientes de las consecuencias… el efecto se va prolongando en el tiempo… y no se detiene en una reencarnación.

No, la ley del karma no es un castigo.

La ley del karma es una lección, que se imparte en base a la experimentación de la acción.

Muchas gracias por tu atención.

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