Hoy he dado un paso más en comprender lo evidente, lo que siempre ha estado delante de mis ojos y era incapaz de ver hasta ahora.
Sabemos que somos energía.
La física nos dice que todo es energía que ni se crea ni se destruye... solo se transforma.
Si solo comprendemos el mundo desde nuestra percepción mental, que es la tangible y perecedera, nos perdemos la percepción del mundo intangible e imperecedero.
La percepción mental es de grado menor que la percepción espiritual, es más limitada.
El grado no es un punto exacto... es más bien un continuo recorrido desde la percepción física hasta la espiritual... poco a poco, experiencia a experiencia, vamos comprendiendo.
Es lo mismo que los grados de luz, no hay un punto fijo que separe la noche del dia, todo es gradual.
Cada nuevo grado alcanzado de percepción aumenta nuestra comprensión.
Cuanto más ilumina el sol una mesa, más detalles vemos de ella.
Siempre ha sido y será la misma mesa.. es nuestra percepción la que varía.
Doy por supuesto que hay muchos grados por debajo de nuestra percepción física y muchos grados por encima de nuestra percepción espiritual.. nosotros sólo somos conscientes de la parte física, la mental y la espiritual.
Emilio Carrillo nos emplaza a colocarnos una noche estrellada, desde nuestra ventana, a contemplar el Universo... y meditar sobre su equilibrio.
Soles, planetas y satélites, casi todos, invisibles a nuestros ojos,.
Galaxias que solo captan en alguna medida nuestros más sofisticados aparatos científicos, cometas y meteoritos recorriendolo... y la gran parte que desconocemos, la que llamamos materia oscura. Sabemos que existe.. pero no tenemos ni idea de como es ni de cómo nos afecta realmente... ¡y es la más abundante en el universo! De hecho no es materia oscura o visible lo que forma el universo... es energía, visible o invisible para nuestra percepción.
Nos dicen los científicos que todo este conjunto mantiene un equilibrio perfecto.
Que solo que una de las partes, por insignificante que sea, cambiase su posición... todo seria caos.
Entonces nos dice Emilio, si el universo es exactamente tal como debe ser, si todo está en el lugar que ha de estar... ¿Nosotros, cada uno en particular, somos la excepción?... o ¿es una apreciación subjetiva de nuestra conciencia mental?
Como todo está justo donde tiene que estar, en todo momento y lugar... desde la conciencia espiritual comprendemos que, todo lo que nos ha acontecido, acontece y acontecerá... es lo que ha de ser en el preciso momento en que ocurre.
No hay errores propios o ajenos.
Hoy me he quitado de encima muchas dudas, sinsabores, amarguras, decepciones, traiciones.
Lo que ocurrió, más allá de mi percepción mental, tenían que ocurrir exactamente como ocurrió.
En esta obra de teatro, videojuego virtual o como quieras llamarlo, todo tiene su porqué.
No estamos aquí de vacaciones.
Esto es una escuela y aprendemos experimentando.
Si me estafaron, si no me defendí ante abusos, si fui cruel, si ignore a quien precisaba ayuda, si me mintieron... todo ello no son agravios o fallos desde mi percepción espiritual.
Son fases de mi aprendizaje, que han ocurrido en el momento exacto y de la forma adecuada.
Han sido experiencias adecuadas a mi nivel de conciencia del momento, vividas como tales... y encaminadas a comprender, con el paso del tiempo, la enseñanza que albergaban.
Si, hoy no veo el pasado como un conjunto de errores y agravios propios y ajenos.
Hoy veo mi vida como un continuo aprendizaje. La comparación entre el orden universal y el mio me lo ha hecho comprender, me ha evidenciado lo que teóricamente ya sabía.
Desde la percepción mental, el mundo está lleno de buenas y malas personas, ignorantes y sabios, generosos y ruines, crueles y magnánimos... y que además van evolucionando.
Desde la percepción espiritual el mundo está lleno de actores interpretando a sendos personajes, con un guión muy bien pensado y elaborado.
Si, ya lo sabia lo de los actores y los personajes... pero hoy me he liberado de culpas y rencores que arrastraba del pasado. Todo lo que he vivido y como lo he vivido, es justo como tenía que vivir.
Sintiéndome mal por todo ello, fueron necesarias todas estas vivencias para comprender... con el tiempo, la lección que contenían.
Cada día es una nueva página en mi parte del guión universal, cada día... a cada momento... puede dar un giro inesperado.
Es cuestión de vivir conforme siento en cada momento... cosa que hacemos todos, y el tiempo, en un plazo más o menos corto, nos hará ver lo que hasta ese momento futuro no éramos capaces de ver.
Lo que creíamos blanco podemos comprender que era negro y viceversa.... y ampliar nuestro conocimiento de los distintos tonos de gris.
Vivir esta etapa es una continua sorpresa y maravilla.
Te agradeceré comentes y compartas mis reflexiones, juntos aprendemos.
Muchas gracias por tú atención.
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