Un anciano muy pobre se dedicaba a sembrar arboles de mango.
Alguien le dijo:
- ¿Cómo es que a su edad se dedica a plantar mangos? !Tenga por seguro que no vivirá lo suficiente para consumir sus frutos!
El anciano respondió apaciblemente:
-Toda mi vida he comido mangos de árboles sembrados por otros. ¡Que los míos rindan frutos para quienes me sobrevivan!
Habitamos un universo espléndido en el que todo y todos tienen algo que ofrecer. Los arboles dan, los rios dan, la tierra da, el sol y la luna y las estrellas dan. ¿De donde, pues, esa ansiedad por tomar, recibir, amasar, juntar, acumular, sin dar nada a cambio?
Todos podemos dar algo, por pobres que seamos.
Podemos ofrecer pensamientos agradables, dulces palabras, sonrisas radiantes, conmovedoras canciones, una mano firme y tantas otras cosas que alivian a un corazón herido.
Más que dinero, lo que el mundo necesita es amor... y simpatia.
J.P.Vaswani
Te propongo un juego. Te aseguro que el librito en cuestión es una bomba emocional. Es un librito que a pesar de su crudeza te deja un muy buen sabor de espíritu. ¿Que tal si te lo regalo? ¿Qué tal si después de leerlo lo comentamos? Siempre se ha dicho que ven más muchos pares de ojos que un par sólo.
Mándame tu correo electrónico y yo te hago llegar mi tsunami particular.
Además, con este juego, lograremos contactar personas anónimas que...vete a saber lo alejadas o cercanas que estamos geográficamente.
Me ayudarás, si aceptas, a poder dar. Te estaré agradecida, pues no se puede disfrutar del placer de dar si no hay nadie dispuesto a recibir. Sea este momento el inició de una larga amistad o la continuación de nuestro contacto anónimo te deseo un feliz y provechoso día amig@
antahkarana.cercleterapiesnatu@gmail.com
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